miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ensayo periodístico- Golpe de Estado en Honduras

Cátedra: Periodismo Especializado: Periodismo Político
Profesor Titular: Oscar Enrique Bosetti
Auxiliares Docentes: Javier Miranda - Esteban Olarán
Alumno:Brunet, Augusto

El silencio de las mayorías

A casi 3 meses del golpe de estado que se produjo en Honduras el domingo 28 de junio debemos preguntarnos ¿qué sucedió verdaderamente? Y ¿por qué se producen casi de manera cíclica acontecimientos de esta índole en los países latinoamericanos?

Históricamente nuestra región ha sido, y sigue siendo, victima de los intereses de las clases dominantes, tanto de cada uno de nuestros países como del mundo, y el caso de Honduras no es la excepción. Pero para comprender esto mejor habría que remitirse a los hechos por los cuales se produjo el levantamiento en contra del Presidente Manuel Zelaya: encontrándose el pueblo hondureño cerca de elecciones, se realizó una propuesta por parte del Presidente para llevar a cabo una “consulta popular” acerca de reformar la constitución, cosa que no cayo bien al Ejercito e Iglesia por lo cual se mostraron en contra. Esto aparejado a la destitución del Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas del Ejercito, General Romero Vásquez, por haberse negado a brindar sus servicios a la hora del plebiscito (pero el Poder Judicial lo reintegró en su cargo a las pocas horas) hecho que fue denunciado por Zelaya como “intento de golpe de Estado” ante organismos internacionales porque se vio acompañado de la salida a las calles de las fuerzas armadas pidiendo la restitución de su “jefe”. Este hecho fue la antesala del golpe realizado el 28 de junio, ya que a pesar de las negativas por parte de eclesiásticos y fuerzas armadas por realizar la “consulta popular” el presidente insistió en hacerlo, cosa que devino en su secuestro y posterior deportación a Costa Rica a manos de militares hondureños unas horas antes de que se realizara la consulta.


La oposición no estuvo de acuerdo con la "consulta popular"

Ahora bien, este no es un hecho nuevo en nuestro continente, estamos, por decirlo de alguna manera, “acostumbrados” a estos acontecimientos que se repitieron innumerables veces a lo largo de las historias de nuestros países y en la gran mayoría de los casos, funciono un patrón similar: hacer acallar la voz de pueblo. Esto lleva a preguntarnos, por ejemplo, ¿por qué en las constituciones nacionales de todos los países latinoamericanos aparecen palabras como “democracia”, “intereses de la mayoría”, etc. cuando estos llamados intereses de la mayoría solo abarcan a una reducida parte de la población los cuales nunca o casi nunca se ven perjudicados por las políticas gubernamentales pero se quejan cuando las clases oprimidas exigen se les haga escuchar? ¿De qué democracia hablamos entonces, si cuando me sirve bienvenido sea y cuando no, tomo cartas en el asunto y corto el diálogo por los medios que sea?

Otro aspecto que resulta sorprendente de esta “democracia” es que el pueblo hondureño, en este caso, se encuentra en las calles resistiendo al golpe de estado, pero ¿no son los intereses de la mayoría los que se están defendiendo? ¿El pueblo se encuentra peleando contra sus propios intereses o será que este golpe lo perjudica? Sin pasar por alto que automáticamente el presidente fue depuesto canales TV y frecuencias de radios oficiales fueron sacadas del aire, reivindicando el “sistema democrático”

Pero todo lo mencionado anteriormente tiene una crítica y es que la situación hondureña hoy en día no es democrática al ser un gobierno de facto; pero si nos ponemos a pensar, las similitudes con países como el nuestro son muchas como por ejemplo acallar las voces de la mayoría, lo cual se puede traducir a situaciones que nos encontramos atravesando hoy en día como por ejemplo el mapa de medios que hoy en día se encuentra en debate debido a tratamiento del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Si analizamos detenidamente la situación se puede vislumbrar con claridad que las voces de la mayoría son casi inexistentes en nuestro país porque dicho mapa se divide en entre unos cuantos grupos bien marcados, los cuales poseen casi el %100 de los medios, lo cual deja la duda ¿en qué democracia estamos si las voces que oímos con mas fuerza son las que defienden solamente sus intereses económicos?



La libertad de expresión es un derecho inalienable

Por eso considero que la situación en Honduras debe ser tomada como un punto de partida para comenzar a concretar una unidad de los pueblos latinoamericanos en pos de una defensa de los intereses comunes para todos como por ejemplo la extrema pobreza que sufre gran parte de la población, porque a fin de cuentas todos somos seres humanos.

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