jueves, 24 de septiembre de 2009

Ensayo Periodistico - Golpe de Estado en Honduras



Catedra: Periodismo Especializado: Periodismo Político


Profesor Titular: Oscar Enrique Bosetti


Auxiliares Docentes: Javier Miranda - Esteban Olarán


Alumno:Mántaras, Maria Emilia






“ZELAYA, HONDURAS Y LA DEMOCRACIA”



En nuestra América Latina tenemos hoy como realidad inédita en su historia de repúblicas independientes que, prácticamente en toda la región, los gobiernos son elegidos mediante elecciones libres no cuestionadas en la sociedad y ejercen el poder de manera democrática; aceptada en mayor o menor medida dependiendo del país o Estado al que nos estemos refiriendo. ¿Es exactamente esto lo que sucede en Honduras?

Para poder comprender un poco de que estamos hablando, es preciso ubicarnos geográficamente para ir enterrándonos en el fondo del asunto. Manuel Zelaya, es el presidente electo de la República de Honduras. El país está ubicado en América Central.

Mapa de la República de Honduras


El paisaje hondureño se distingue por su ambiente tropical, sus paisajes selváticos y montañosos. Además, está entre las que registra un mayor número de crecimiento poblacional en Latinoamérica. Su economía se basa principalmente en la agricultura.
Desde el 28 de junio de 2009 el pueblo hondureño está atravesando un clima de tensión debido a un golpe de estado avalado por un grupo de militares. Manuel Zelaya, fue exiliado de su territorio nacional, fue secuestrado por la fuerza y trasladado a Costa Rica. El 5 de julio Zelaya había intentado llegar en un avión del gobierno venezolano, en el marco de un operativo que fracasó luego que los militares bloquearon la pista del aeropuerto de Tegucigalpa, mientras el avión sobrevolaba la zona. Además se ordenó detener a 8 de sus ministros y el Congreso Nacional hondureño designó a Roberto Micheletti como el nuevo presidente de facto. La Corte Suprema de dicho país declaró, con posterioridad al golpe, que había emitido la orden para que los militares procedieran al exilio forzado y había acusado a Zelaya de diversos delitos contra la constitución y otras sentencias judiciales.


Manuel Zelaya, foto tomada en la Embajada de Brasil

No es coincidencia que tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) conformada por los embajadores de los 34 estados miembros, como también la Unión Europea se hayan pronunciado en contra de la ruptura del orden constitucional y exigieron unánimemente la restitución del presidente Manuel Zelaya en sus funciones; para que se reestablezca la democracia y que se siga considerando a Zelaya como el único presidente legítimo.Este declaró haber sido víctima de una conspiración que incluía un secuestro, un golpe de estado y un complot por parte de un sector de la elite del ejército.

La OEA expresó:“No se reconocerá a ningún gobierno que surja de esta ruptura institucional”.

Todos estos conflictos infringen principalmente a los derechos humanos y a la democracia. Considerada ella como uno de los valores más importantes, inquebrantables, que debería por sobre toda las cosas respetar una nación. Y no solo la población hondureña se ve damnificada, sino que, esto es tan duro para ellos como para toda Latinoamérica; porque es un retroceso, es volver a años anteriores y como sabemos hemos sufrido, durante muchas décadas, numerosos golpes de estados. Estos traen aparejado la muerte, la desesperación, la incertidumbre, la represión, el genocidio y principalmente la violación de los derechos humanos y la democracia. Además esta crisis produjo una división dentro del pueblo de Honduras porque encontramos quienes declaran haber sido víctimas de una ola de abusos de autoridad y tiranía por parte de Zelaya y que el derrocado era incapaz de ejercer correctamente su mandato. Como también hay personas que exigen la restitución del presidente designado por la población hondureña y condenan al nuevo gobierno por haber violado numerosos artículos de la constitución de dicho estado.

A esto nos referimos cuando hablamos de “división”, porque genera un enfrentamiento entre la misma sociedad. Incluso, se ha escuchado decir que la Guerra Fría no ha terminado y que la situación de Honduras es un hecho, impulsado por fuertes grupos hegemónicos, que confirmaría esta versión. No hay que olvidar que el presidente derrocado fue elegido por el pueblo en las últimas elecciones y por eso nos preguntamos: ¿es aceptable expulsar al presidente por la fuerza y destituirlo de su cargo cuando este fue elegido democráticamente?

Después de casi tres meses de conflicto Manuel Zelaya regresó ilegalmente a su territorio nacional y se refugió en la Embajada de Brasil, sorprendió al régimen de facto que resolvió imponer un toque de queda de al menos 48 horas para que Honduras recuperase la tranquilidad. La vuelta de Zelaya produjo una revolución en el país donde todos sus aliados se acercaron a la embajada de Brasil para mostrarle su apoyo y se manifestaron en señal de “resistencia pacífica”, por el otro lado, el ejército respondió con represión y violencia.

El presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, Scar Arias, ha actuado de mediador en la crisis hondureña, pero su propuesta para superar el conflicto, que contempla la restitución de Zelaya en el poder, no ha sido aceptada por Micheletti.








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