viernes, 9 de octubre de 2009

Ensayo periodístico- Golpe de Estado en Venezuela y Honduras

Cátedra: Periodismo Especializado: Periodismo Político
Profesor Titular: Oscar Enrique Bosetti
Auxiliares Docentes: Javier Miranda - Esteban Olarán
Alumno: Sterli, María Victoria
Honduras y Venezuela

Golpe de Estado, bloqueo de prensa.

El arrebato a la fuerza de un gobierno democrático pone en juego muchas cuestiones importantísimas de ser analizadas, o por lo menos tenidas en cuenta. La manipulación de los medios de comunicación es una de ellas, ya que toca de cerca al derecho humano de recibir y dar información. Y creo que se torna peligroso dejar de lado la libertad de expresión, porque los medios contribuyen a formar la opinión pública, y si los datos que se ofrecen a través de la prensa no son claros, no son precisos, tergiversan la verdad, o simplemente omiten ciertos temas que la sociedad necesita conocer, estamos frente a un manejo de la información que trae consigo la opresión.





Advertimos que justamente esto es lo que hondureños y venezolanos tuvieron que atravesar. El golpe de Estado perpetrado en Honduras el 28 de junio de 2009 se ha constituido en un manifiesto atentado a la libertad de expresión, con periodistas acosados, medios de comunicación intervenidos, programas clausurados y, también, una ciudadanía perseguida por ejercer su derecho a opinar.Por su parte, los medios de comunicación privados de Venezuela en el 2002 dejaron de cumplir su papel de informadores imparciales y neutrales de la situación política para convertirse en nuevos protagonistas de la crisis. Muchos analistas lo consideraron un “golpe mediático”; donde la prensa apoyó al golpe de Estado.Es realmente preocupante el hecho de que los medios más poderosos, que deberían contribuir de manera efectiva al fomento de la cultura, se están sumergiendo en una competencia desenfrenada de carácter comercial para la creación de una empobrecida sociedad de consumidores. Esta falta de información que sufre la sociedad, tanto en Honduras como en Venezuela -resultado de la censura que se ha aplicado a los medios de comunicación- impide el libre y natural desarrollo de la democracia en estos países centroamericanos.Así vemos que -a pesar del paso del tiempo, de los cambios políticos, económicos, sociales y culturales- la figurita repetida del golpismo continúa amenazando a las sociedades latinoamericanas. Y si prestamos atención a la sucesión de los hechos, podemos afirmar que el golpe de Estado que azota hoy al pueblo hondureño trae consigo vestigios de lo ocurrido hace 7 años en Venezuela.




Los militares golpistas que derrocaron al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, reprodujeron fielmente el plan aplicado para destituir de su puesto al mandatario del pueblo venezolano, Hugo Chávez. Además de secuestrar al presidente, montarlo en un avión y dejarlo en la capital de Costa Rica; secuestraron la verdad, la guardaron y le apagaron la luz. Los militares golpistas cerraron los medios de comunicación del estado, y privaron a los hondureños del acceso a la información sobre los acontecimientos que delineaban la situación.Mientras el pueblo permanecía en las calles exigiendo la restitución de Zelaya, los medios que responden a los intereses golpistas ponían al aire dibujos animados y cuestiones nada acercadas a la situación que se estaba viviendo. Entonces cabe pensar: ¿es este también un golpe mediático, tal como sucedió en Venezuela?Micheletti suspendió la libertad de expresión, prohibió las manifestaciones y otorgó a las fuerzas de seguridad la potestad de cerrar los medios de comunicación que puedan alterar la paz del país, o visto desde mi óptica: prohibió la transmisión de información sobre los sucesos que interesan a la sociedad.En 2002 la situación fue muy similar. Globovisión, RCTV y Venevisión -canales privados del país venezolano que siempre se opusieron al gobierno de Chávez- se encargaron de boicotear al presidente con mentiras y falsedades, amparados por su poder en las comunicaciones.

Entonces está claro que los golpistas –en ambos casos- no quieren que nadie documente los hechos, ni informe a la opinión pública nacional e internacional sobre lo que sucede en sus países. Silenciar a los medios para calmar las masas… ¿de eso se trata?Un gobierno de facto es insostenible, impensable e incompatible con la libertad de prensa. Pero no hay libertad sin libertad de expresión, y sin libertad de palabra. El ejercicio de la democracia requiere de muchas voces, pero voces libres, múltiples. La libertad de comunicar sirve para consolidar las otras libertades. Sin la independencia para opinar el hombre está condenado a la opresión.
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MATERIAL ADJUNTO:

Videos disponibles en:
http://www.youtube.com/watch?v=L3WmPPRV3xU

http://www.youtube.com/watch?v=BEavT0ba-HA

http://www.youtube.com/watch?v=Um8J_5RtjAI

Audios disponibles en:

http://www.agenciapulsar.org/nota.php?id=15896

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