Cátedra: Periodismo Especializado: Periodismo Político
Profesor Titular: Oscar Enrique Bosetti
Auxiliares Docentes: Javier Miranda - Esteban Olarán
Alumno: Crespo, Gonzalo
HACIA
Algunos sucesos en la historia de América Latina deberán analizarse cuando en ese juego por adquirir cada vez más poder, alguna de las partes decida atisbar y contar lo que verdaderamente a sucedido. Esto será posible si en la mitad de una encrucijada algún país latinoamericano recibe el comodín.
A pesar de los engalanados discursos que solemos escuchar de distintos presidentes defendiendo los derechos humanos, en América Latina se siguen produciendo golpes de Estado, como en el 2002 en Venezuela y el 28 de junio del corriente año en Honduras. Hasta el momento, los mandatarios de turno no han demostrado si verdaderamente su objetivo primordial, es mejorar la situación actual que atraviesan los países latinoamericanos.
El 11 de abril de 2002 en Venezuela empezó a reinar el caos cuando un golpe de Estado produjo el derrocamiento de su presidente constitucional Hugo Chávez. Ese día el líder popular progresista había renunciado a su cargo, o al menos eso era lo que afirmaban los medios de comunicación privados.
Desde Estados Unidos y España, gobernados por los conservadores George W. Bush y José María Aznar, aseveraron en un comunicado en conjunto su “interés y preocupación” por los acontecimientos ocurridos. Ambos mandatarios no reconocieron oficialmente al presidente de facto Pedro Carmona, pero expresaron su deseo de que la excepcional situación que experimentaba Venezuela acarreara, en el plazo más breve, a una “verdadera democracia”.
Por otro lado, distintos jefes de Estado de países latinoamericanos opinaron que el golpe contra el gobierno de Hugo Chávez fue producto de las ambiciones de Estados Unidos. Debido a que unos meses antes del derrocamiento del mandatario venezolano el gobierno constitucional, había nacionalizado la empresa “Petróleos de Venezuela” y nombrado a una nueva junta directiva, dejando fuera de ese grupo a los dirigentes que hasta el momento había administrado “Pdvsa”, algo que supuestamente molestó George W. Bush.
Desde el 28 de junio de 2009 el mandatario Manuel Zelaya fue destituido de su cargo por un golpe de Estado. El depuesto presidente había comenzado en marzo a pregonar su plan de llamar a una consulta popular para cambiar la constitución y poder buscar la reelección. Muchos aseguraron que la idea del hondureño fue impulsada por Hugo Chávez, debido a que ambos jefes de Estado habían mantenido un encuentro en el cual acordaron que Venezuela le prestaría dinero a Honduras, por lo que al caudillo caribeño le convenía que el depuesto mandatario continuara al frente del gobierno.
Sin duda, desde hace un tiempo el nombre de Chávez estremece en sus entrañas a muchos habitantes de Honduras, al percibir que su presidente constitucional se encontraba transitando el sendero trazado por Venezuela. De hecho, se produjo un levantamiento de los jóvenes hondureños cuando el mandatario venezolano hizo público el pedido de Manuel Zelaya de ingresar a la “Alternativa Bolivariana para América”.
En las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, lejos de los años de Guerra Fría, cuando Washington apoyaba abiertamente a dictadores en su patio trasero, la administración de Barack Obama condenó el golpe y suspendió transitoriamente la cooperación militar.
Por otra parte, el gobierno brasileño repudió el accionar militar en Honduras, retiró a su embajador y suspendió todos los programas de ayuda a Tegucigalpa. Al mismo tiempo decidió no involucrarse directamente en el desenlace de los acontecimientos, ya que Luiz Inácio Lula da Silva entiende que su influencia no alcanza a América Central, y que es necesario un acuerdo con otros mandatarios.
En este caso también los organismos internacionales salieron a repudiar el golpe de Estado contra Zelaya, al igual que lo hicieron con el de Venezuela, pero -sin duda- ciertas medidas adoptadas por los distintos gobiernos de países latinoamericanos producen insomnio en algunos mandatarios, que luego se esconden detrás de discursos acartonados o promesas vulgares.
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Material adjunto
Entrevista a Roberto Micheletti: http://www.youtube.com/watch?v=bDmbgBlrxis
Discurso de Manuel Zelaya en la ONU: http://www.youtube.com/watch?v=bDmbgBlrxis
Material del grupo:
Entrevista realizada a Claudio Fantini (analista de Política Internacional)
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